CAPITULO LXI


Del TLATZCAN


Llaman los mexicanos TLATZCAN o sea madera frágil y vitrea al árbol que los antiguos latinos, y entre ellos nuestro Plinio, llamaron cupressus fusa. Quise pues pintar y describir este árbol mencionado por muy respetables autores, pero no visto por ninguno, que yo sepa, en nuestro Viejo Mundo, tanto por dicha razón como porque en esta Nueva España cuyas plantas estudiamos y describimos es muy común y frecuente en todos lugares, principalmente en los templados o fríos. Tiene la misma forma que el ciprés vulgar, pero con las ramas extendidas lateralmente y casi inclinadas hacia abajo, de donde le viene el nombre. Es también de la misma naturaleza, pero su madera es más olorosa y no menos buena para obras de talla. Nace en las cumbres de los montes y en sus faldas, y embellece con su hermoso follaje las sierras y los cerros altos. Todo el año da fruto como de ciprés común, pero pequeño, del tamaño de avellanas. Su cocimiento alivia, tomado, los fríos de las fiebres, y su polvo tomado con agua cura las fiebres mismas. Se siembra con raíz. Cuitlahoatzin, reyezuelo de Iztapalapa, sembró estos árboles y procuró con empeño que se cultivaran y estimaran en su región. Los usos y propiedades de este árbol son los mismos de sus congéneres.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2