CAPITULO LVII


Del TLALQUEQUÉTZAL o pluma de la tierra


Tomó su nombre de las hojas, que son parecidas a plumas de ave, aunque los españoles lo llaman milenrama, pues es parecido al stratiotes millefolius de los antiguos. De unas raíces semejantes a fibras echa muchos tallos cilíndricos, derechos, delgados, poco más o menos de cuatro palmos de largo, con ramillas semejantes, como dijimos, a plumas de ave, y en el extremo de los tallos y en las últimas ramitas flores blancas tirando al amarillo, pequeñas y dispuestas en corimbos. Es de sabor amargo con alguna acrimonia, oloroso, de partes sutiles y caliente y seco en tercer grado. Su jugo tomado provoca la orina y las reglas, y la planta misma aplicada exteriormente o hecha polvo y tomada tonifica y fortalece el estómago debilitado por causa fría; quita la flatulencia, contiene las diarreas, cura las úlceras de las partes sexuales, resuelve los tumores, abre las obstrucciones, principalmente las del útero, corrige y restituye el color descompuesto, y aplicada en emplasto cura la sarna que suele salirles en la cabeza a los niños, debido a su virtud secante y detergente. En sahumerio, en supositorio o tomado su polvo con algún líquido conveniente, alivia la estrangulación del útero; acelera el parto, arroja las secundinas, contiene el flujo de vientre, cura tomado la tos de los niños y de los adultos, y, según dicen algunos, su jugo bebido en cantidad de cinco onzas purga por vómito todos los humores. Todo lo cual es tan ajeno al stratiotes millefolius de los antiguos, planta de naturaleza fría, que aunque sea muy semejante a él en la forma y deba por eso quizá clasificarse entre sus especies, es enteramente distinto en las propiedades. Nace tanto en las regiones cálidas como en las frías, y brota espontáneamente durante todo el año en lugares fértiles, regados y campestres. Es muy estimado, principalmente por las señoras, que encuentran en él un gran auxilio contra las molestias de las afecciones uterinas, y que suelen sembrarlo en los huertos y en macetas, en tierra negra y pingüe, donde con el riego frecuente y el cuidado doméstico crece más grande y lozano.





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TLALQUEQUÉTZAL

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2