CAPITULO LXIII


Del ÁSARO mechoacánico o curitzeti


Quise llamar ÁSARO mechoacánico a esta hierba que los mechoacaneses llaman curítzeti y otros aphatzipuntzúmeti o aphatzisirangua, es decir, ojo oloroso, por la figura de las hojas y por el olor sumamente grato de sus largas raíces. Es de un codo de altura, y echa raíces abundantes, delgadas, semejantes a fibras, muy parecidas a las de eléboro blanco; tallos lisos, blandos, cilíndricos, delicados; hojas delgadas, medianas, parecidas a las de vid, sinuosas, aserradas, verdes por encima y descoloridas por debajo, y flores amarillas, delicadas, densamente agrupadas, de donde se produce semilla parda y pequeñísima. La raíz, que es lo único (que yo sepa) usado en medicina, es caliente y seca en tercer grado, de partes sutiles, con suavísimo olor de almizcle y sabor acre; su polvo tomado en dosis de seis óbolos con agua, vino o jugo de buglosa o de melissobotos, quita los dolores ilíacos, fortalece el corazón, calienta el estómago y lo tonifica si está debilitado por el frío, ayuda la digestión, quita el frío de las visceras, cura el empacho, abre las obstrucciones y arroja las piedrecillas y todo cuanto obstruye el conducto de los riñones y de la vejiga; provoca la orina y las reglas, aprovecha al útero, combate las pociones venosas, quita la flatulencia y restaura las fuerzas. Su cocimiento o su jugo prestan la misma utilidad, así como su polvo mezclado con miel o azúcar en forma de los llamados lamedores. Además la raíz de esta hierba, mezclada con zazanaca en partes iguales de una dracma, evacúa los humores crasos y viscosos que producen flatulencia y causan el mal gálico. Nace en lugares fríos y montuosos de la provincia mechoacanense, y por el gratísimo olor de sus raíces que se aspira en cuanto se acercan a la nariz, es muy digno de ser llevado a España y a otras regiones algo frías del mundo. Dicen los indígenas que combate notablemente las fiebres, lo cual podría suceder o mitigando los fríos de las mismas o arrojando por alguna parte los humores. Algunos lo llaman tzipáhtziti y tirípeti.



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TIRÍPETI O TZIPÁHTZITI

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2