CAPITULO V


Del TEXÓCOTL o fruto de piedra


Es un árbol mediano con hojas como las de nuestros manzanos, pero más ásperas y aserradas. Nace espontáneamente en lugares montuosos, y está erizado de muchísimas espinas. Da manzanas parecidas a las nuestras, pero pequeñas, no mayores que nueces, amarillas, muy duras antes de la madurez, pero tan blandas casi como manteca cuando están maduras, de sabor, en mi sentir, ingrato, pero que a muchos no les desagrada. Las semillas son tan duras como piedras y hay tres dentro de cada fruto, luniformes, más o menos grandes según el tamaño de los frutos, con dos ángulos y un solo dorso. Se preparan estas manzanas con azúcar o con miel de muchas maneras, y así se suavizan y no son menos agradables que las nuestras. Los indios mexicanos las venden en los mercados dejando primero que comiencen a pudrirse para quitarles así el sabor silvestre, y cuando quieren conservarlas en buen estado por mucho tiempo las rocían con agua de nitro. Los renuevos machacados y tomados con agua curan, según dicen, los exantemas y mitigan el calor, principalmente si se mezclan con renuevos de capolin.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2