CAPITULO XLVII


Del ITZCUINPATLI o mataperros


EL ITZCUINPATLI, que otros llaman quimichpatli y los españoles cebadilla, echa un tallo de tres palmos de largo y del grueso del meñique, al cual se adhieren granillos como de cebada y dispuestos en espiga, de donde toma este nombre; hojas largas, angostas y con nervaduras longitudinales, que brotan de raíces semejantes a fibras. La semilla hecha polvo mata los gusanos que se crían en las úlceras de los animales, cura eficazmente las úlceras pútridas y las que provienen de mala constitución, consume las excrecencias, mata, espolvoreado, los peces y los ratones, por lo que algunos lo llaman quimichpatli, y mezclado a las carnes mata a los perros, de donde le viene el nombre. Mezclando el mismo polvo con agua y aplicando a las articulaciones doloridas lienzos mojados con ella, presta un auxilio admirable; lavadas con esta misma agua sanan las úlceras de la boca, y también mata los piojos y corrige el aliento fétido; el cocimiento de las espigas, agregándole alumbre, afirma extraordinariamente los dientes. Hay otro un género que nace entre los mechoacanenses, quienes lo llaman cunicho y ehtzemo, y tiene las mismas propiedades, pero es de raíz muy semejante a cebollas fibrosas. Hay también entre los mismos un tercer género, de hojas más angostas, raíz redonda, sabor casi nulo, y parecido en lo demás. Nace en regiones frías.


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ITZCUINPATLI

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2