CAPITULO XVII


Del segundo YOLOPATLl, irino


Tiene raíces parecidas a pequeñas peras, pero algo rojizas y más oblongas, fibrosas, de donde nacen hojas como de lirio, menores y más angostas, y flores parecidas a las de omixóchitl. Podría clasificarse entre las especies de narciso. Dicen que las raíces comidas en dosis de una onza curan el dolor del corazón y demás afecciones del mismo, de donde toma el nombre; que quita las fiebres y aprovecha a los heridos, a los que han caído de alguna altura o han sido azotados, pues es de naturaleza fría y húmeda y está desprovisto de sabor y olor. Aseguran algunos que tomado al acostarse cura el síncope, la melancolía y las enfermedades del pecho. Nace en la región cálida de Quauhchinanco, en las quebradas de los montes. Hay otra hierba llamada yolopatli pitzáhoac, que carece de tallo, de flor y de fruto, y tiene hojas parecidas a las de llantén, pero más duras, más gruesas y más angostas, y que brotan una o dos de la única raíz; nace en la región caliente de Quauhchinanco, en lugares rocosos. Molida esta planta y tomada corta las fiebres, pues es refrescante de cualquier modo que se aplique al cuerpo. Tomó su nombre del corazón, al cual aprovecha, o de la forma de las hojas, que son largas y angostas. Hemos visto otras especies de esta hierba de la misma forma y propiedades, que no hemos creído de mucho interés describir o dibujar.

TOMO III. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 2