Es un árbol grande con ramas pardas y largas y hojas muy angostas. Dicen los itztolucanenses, en cuyas tierras nace, que su corteza es caliente y quita el frío y los tumores; pero como yo la encontré insípida y sin ningún indicio de calor, juzgo que es más bien fría y que puede por eso quitar las inflamaciones y, estimulando el calor natural, combatir la destemplanza fría.
TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1