CAPITULO XXXI

Del HOEIXÓCHITL u omiquílitl

Tiene raíz ramificada, de donde nacen tallos como de hinojo, cilíndricos, purpúreos, vellosos, nudosos a trechos, y en ellos hojas ralas, grandes, con figura de corazón, blanquecinas por debajo y con muchas nervaduras. Huelen y saben éstas a anís o a la acacálide de nuestra tierra. Machacado y disuelto en agua se administra a las que han dado a luz, pues es caliente y seco en segundo grado y de partes sutiles. Algunos lo untan en el cuerpo a los que tienen fiebre, y afirman que la corta, o mandan que se tome su cocimiento con el mismo fin. Los tallos son comestibles crudos o cocidos, o preparados con azúcar o con miel, y se dice que restablecen a los que están consumidos y a los agotados por excesos venéreos. El cocimiento se administra también contra los dolores agudos de vientre y para quitar la flatulencia; lavan asimismo con él a los infantes, y creen que se fortalecen así todos sus miembros; dicen además que sana a los que han enfermado por el acceso a mujeres que acaban de dar a luz o están en el período, y que provoca la orina y las reglas. Es esta la misma hierba descrita en el Libro primero, capítulo CXXIX, y acaso también la descrita bajo el nombre de acueyo en el Libro III, cap. XLI.

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1