CAPITULO XX

De la CHALLA o hierba que suena

Es un árbol grande y frondoso que habita en las regiones cálidas de Mecatlan, tanto en lugares altos como en bajos, con hojas como de cidro pero más obtusas, y vainas de cuatro dedos de ancho y palmo y medio de largo, hendidas en su parte media por un canal parecido a la costura de los borceguíes, y que contienen quince habas dispuestas oblicuamente, de la misma anchura de las vainas y cubiertas por una membrana vellosa, blanca, como de hilos de seda o como la pelusa de las almendras todavía verdes. Las semillas son verdes e iguales a las habas comunes. Se cuece este fruto y se sirve en las mesas, aunque está casi desprovisto de sabor y olor y presenta cierto dulzor que parece corresponder a naturaleza templada o un poco fría.

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1