CAPITULO VIII

De la CURAQUA

Este que los mechoacanenses llaman curaqua, los mexicanos quamóchitl y hoitzquáhuitl y los españoles brasil, es un arbusto espinoso con raíces ramificadas y blancas, de donde echa tallos leonados por fuera y rojos por dentro, torcidos y llenos de hojas con figura casi de corazón, pero insertas por la punta, y con muchas nervaduras que parten oblicuamente del dorso hacia los lados. Su sabor es astringente y su temperamento frío y seco. Tiñen con su madera los hilos de color escarlata, pues es muy semejante al árbol que llaman sándalo rojo. Su cocimiento es al pronto leonado y rojo después, y si se cuece más se condensa en un colorante purpúreo o, si se le mezcla alumbre, rojo y más hermoso que el cinabrio. Es refrescante este árbol, quita la fiebre, estriñe y tonifica. Nace en regiones frías de Mechoacan, en lugares campestres o montuosos, donde se encuentran otras especies suyas, una de las cuales se llama pingüica y otra uxaqua.

CURAQUA

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1