CAPITULO CXVI

Del NOPALNOCHEZTLI o grana de Indias que nace en ciertas tunas

Se encuentran entre los mexicanos, en cierto género de tunas llamado NOPALNOCHEZTLI y que por esta razón se siembra en lugares defendidos por la naturaleza contra los perjuicios del ganado y de los jumentos, unos gusanillos redondos, blancos por fuera y color escarlata por dentro, que a veces nacen espontáneamente y a veces por industria humana aplicando en determinado tiempo a las tunas semillas del año anterior; los indios los llaman nocheztli y nuestros compatriotas cochinilla, nombre derivado quizá del coccum o grana del cual son una especie. Juzgan algunos que estos gusanillos son cosa distinta; mas aunque no ignoro que la grana de nuestro Viejo Mundo no está adherida a las tunas, que allí casi no existen, sino a las hojas de cierta encina que los modernos llaman coscoja; que no tiene propiedades astringentes y que su parte interna es llamada por su excelencia quermes o quermesí, en tanto que en su parte exterior, que es más común, conserva la denominación griega, sin embargo, como unos y otros son gusanillos, sirven igualmente para teñir las lanas de color escarlata, y son indistintamente usados por pintores y tintoreros, tengo por cierto que deben clasificarse en el género del coccum o grana, de donde, como dijimos, les vino tal vez el nombre español, así como también los que entre los peruanos nacen en las raíces de la planta llamada pampínula o teucrio. Se saca del nocheztli un color purpúreo a veces, a veces escarlata, según la manera de prepararlo. Se obtiene sumamente exquisito si se muele con el cocimiento del árbol llamado tézhoatl, del que en su lugar hablaremos, agregándole alumbre y recogiendo el sedimento, que se guarda en forma de pastillas. Estriñe molido con vinagre y aplicado como emplasto, alivia las heridas, fortalece el corazón, la cabeza y el estómago, y limpia muy bien los dientes. La antigüedad usó la sangre de las púrpuras, contenida en ciertas venas de su garganta, para teñir las lanas y dar a las vestiduras el esplendor fenicio. Pero desde hace mucho tiempo cayó en desuso dicha tintura, que acaso alguna vez buscará de nuevo el mundo, nunca saciado con nuevos inventos, siempre variable e inquieto.

NOPALNOCHEZTLI

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1