Es un árbol mediano propio de las regiones cálidas de esta Nueva España, llamado por algunos modernos musa. Las hojas son muy largas y anchas, de suerte que con frecuencia exceden el tamaño de un hombre; los frutos cuelgan en racimos de número y tamaño increíbles, y son dulces, blandos, de la forma de pepinos gruesos y cortos, de temperamento semejante, y no desagradables como alimento. Se comen crudos o asados y con vino, y son así mucho más agradables. Hay frutos de diferentes tamaños, y cuanto más pequeños, tanto más buenos y saludables son. Dicen que esta planta es extranjera en Nueva España y que fue traída del África o de las Indias Orientales, de donde es originaria. El tallo y la raíz, que es fibrosa, están formados de muchas membranas sin sabor ni olor, mucilaginosas y refrescantes, de donde fácilmente puede inferirse para qué enfermedades sean útiles.
TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1