CAPITULO CLIII

Del CHILLI

El CHILLI o pimienta mexicana es la planta que produce las vainas llamadas por los haitianos ajíes, por los antiguos, según algunos, pimientos, y por los españoles pimienta de Indias. Y aunque desde hace mucho tiempo fue llevado a España, donde es muy estimado y se siembra en los huertos y en macetas como adorno y para su uso, sin embargo, como hay entre los indios otros muchos géneros y se usa diariamente para excitar el apetito y condimentar las comidas, de suerte que no se encuentra una mesa sin chilli, y son por tanto muy conocidas por diaria experiencia sus propiedades, he decidido tratar no sólo de las variedades que nacen en Nueva España y de las cuales se hablará en seguida, sino también de casi todas las especies que han llegado a nuestras manos, exhibir sus dibujos, describir sus formas y trasmitir a la posteridad sus propiedades y naturaleza. Diré, pues, que las hojas de todas las especies son semejantes y casi iguales a las del solano, excepto el quauhchilli, que las tiene más pequeñas; las flores son blancas, y de ellas nacen vainas que son al principio verdes, después en su mayor parte tirando a rojo y por último a color de pasa, y están llenas de semilla pequeña, delgada, blanquecina, aplanada y de forma circular; son de gusto acre y de naturaleza urente que corresponde principalmente a la semilla; alcanzan el cuarto grado de calor y casi el tercero de sequedad, aunque frescas abundan en cierto humor excrementicio que después desaparece casi del todo, por lo que frecuentemente, excitando la flatulencia, estimulan el apetito venéreo a la vez que ablandan ligeramente el vientre no sin cierto tenesmo y sensación de dolor, sobre todo en aquellos que no habían acostumbrado antes este condimento; aunque podemos afirmar con razón que el picor es también causa de esto.

CHILLI

CHILLI

CHILLI

CHILLI

CHILLI

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Provocan la orina y las reglas, fortalecen el estómago debilitado por el frío, y ayudan la digestión entorpecida por la misma causa; excitan notablemente el apetito preparadas en salsa con los llamados tomame, y purgan y arrojan los humores pituitosos de todas partes, pero principalmente los que se adhieren a las articulaciones de la cadera. Dicen algunos que es remedio muy eficaz para los éticos punzarles el vientre y los lomos con púas untadas de chilli. Dicen también que suministran un alimento considerable, caliente y seco, pero que irritan los riñones e inflamando la sangre y el hígado ocasionan enfermedades de los riñones, del cerebro y de la pleura, perineumonías y otras inflamaciones internas, erupciones y otros síntomas semejantes, cuando se usan inmoderada o muy frecuentemente, sea como alimento, según hacen muchos indios, sea como condimento. Pasando a describir las especies en particular, diremos que la primera es la que llaman los mexicanos quauhchilli, es decir, chilli de árbol, y los haitianos, entre los que se da más pequeño, más redondo y en una planta más chica, chilli del monte. Es éste el más pequeño de todos y muy parecido en forma y tamaño a las aceitunas tribacas; y alcanzando casi todos los géneros el cuarto grado de calor, es éste, sin embargo, más urente que todos los demás, y se usa por tanto como condimento y no como alimento, mezclado a las salsas en vez de pimienta; se da en todas las épocas del año. El segundo género se llama chiltecpin del nombre de los mosquitos, a los que parece imitar en la pequeñez y en el color; otros lo llaman totocuítlatl o sea estiércol de pájaro, y los haitianos, según me dicen, huarahuao; y aunque algunas veces parece más urente que el anterior, pierde sin embargo el calor más pronto. Pero hay tres variedades de este género, distintas sólo por el lugar en que se producen y por el tiempo en que se cosechan; la primera es la más común; la segunda es parecida a la primera, pero tira al color oscuro y es llamada por eso tlilchilli o sea chilli negro; la tercera, finalmente, es la menor de todas y de fruto que sigue en tamaño al de la precedente, que es mediano; pues todas las especies de esta planta rinden entre los indios tres cosechas, siendo los primeros frutos mayores, los últimos más pequeños, y los de en medio de tamaño medio también. Se siembra en el mes de septiembre y se cosecha desde diciembre hasta principios de abril. El tercer género, llamado tonalchilli del nombre del sol, pues suele sembrarse en lugares regados cuando ya cesaron las lluvias, es decir, en agosto y septiembre, y produce fruto desde noviembre hasta marzo, es llamado por los haitianos chilli blanco, y es verde primero, después amarillento o amarillo con rojo, y por último se vuelve rojo como casi todos los demás géneros. El cuarto género, llamado chilcoztli por el color azafranado con que tiñe los condimentos que con él se preparan, y ají azafrán, por la misma razón, entre los españoles que ocupan la isla de Haití, es de seis o siete dedos de largo, medianamente delgado, a veces blanco y rojizo, a veces tirando al color de pasa. Se siembra en diciembre y se cosecha desde agosto hasta el fin del año. El quinto género, llamado tzinquauhyo porque es del monte, y coral por los haitianos a causa de su forma y color, es delgado y de cinco dedos de largo. Se siembra en marzo y se cosecha durante todo el año. El sexto género, llamado texochilli o de masa por su blandura, es largo, ancho, con algún dulzor, de color rojo, y de tan suave acritud, que se acostumbra comerlo con tlaolli o sea con las tortas hechas de grano indio, y es tenido por los indios como alimento grande y excelente. Este mismo género se llama pocchilli cuando se seca ahumándolo para guardarlo todo el año, pues de otro modo está muy expuesto a corromperse por el excesivo humor excrementicio en que abunda; en cualquier época del año se siembra y da fruto. Hay también otro llamado milchilli, no menor que el precedente, pero que termina gradualmente en punta aguda y delgada, el cual también se vuelve rojo al fin, y se llama así porque suele sembrarse y recogerse en el mismo tiempo en que se siembra y se cosecha el tlaolli. No quiero tratar de otras especies propias de Haití, entre las que se cuenta aquella, conocida también de los españoles, cuyo fruto es muy parecido al de alquequenje o a nuestras cerezas dulces en forma, color y tamaño, y se da en un arbusto mediano; y aquellas otras dos que los indígenas llaman, por semejanza, punta de piña y pico de pájaro, así como la maboyamboniada, la corniculada, la cacica, la hortense, y todas las demás cuya historia, por ser más laboriosa que útil, temo que sea ingrata y molesta a los lectores. Nacen todos los géneros tanto en las regiones cálidas como en las frías o templadas, pero más abundantemente en las templadas o cálidas.

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1