CAPITULO LXXXIV

Del AQUÍLOTL o planta voluble que nace junto a las aguas

Llaman así los mexicanos a esta planta o arbusto, porque suele nacer en lugares húmedos y acuosos y arrastra por la tierra o se enreda a los árboles vecinos. Hay dos especies de ella distintas sólo por el nombre, por el color de la flor y por el tamaño de las hojas. La primera tiene flores blancas, hojas algo menores, y se llama aquílotl, en tanto que las flores de la segunda son de un amarillo pálido, mayores las hojas, y se llama cóztic aquílotl por el color amarillo de las flores. Ambas especies echan tallos redondos, purpúreos, leñosos, frágiles, delgados y llenos de médula blanda; flores como de izquixóchitl, blancas, como dijimos, o amarillas, no diferentes en forma y olor de las de aquel rosal que se conoce entre los modernos con el nombre de mosqueta, del cual este arbusto, en conjunto, no es del todo diferente. Las hojas son como de zarzamora, pero enteras, con nervaduras longitudinales, y tienen un olor como de pepino; las flores se usan para perfumes, y en coronas y ramilletes que son muy usuales y familiares entre los indios; se extrae de ellas, bajo la acción del fuego, una esencia que es muy olorosa y agradable. Las hojas son amargas, y calientes y secas casi en tercer grado, por lo que tomadas en cantidad de un puñado y con vino quitan la flatulencia, y machacadas y aplicadas aflojan los miembros contraídos y resuelven los tumores. Puede, con algún cuidado, trasladarse a España, pues crece en clima templado o un poco frío.

AQUÍLOTL

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1