CAPITULO CIII

Del AHOACAQUÁHUITL o árbol parecido al encino y que da fruto

Es árbol grande con hojas como de cidro, más verdes, más anchas y más ásperas; de flor pequeña, blanca con amarillo; de fruto con forma de huevo, pero en algunos lugares mucho más grande, o más bien de figura y tamaño de cabrahigo, negro por fuera, verdoso por dentro, de naturaleza grasosa como manteca y sabor de nueces verdes. Las hojas son olorosas y de temperamento caliente y seco en segundo grado, por lo que se emplean convenientemente en lavatorios. También los frutos son calientes, agradables al gusto y de calidad nutritiva no del todo mala, sino grasosa, húmeda y que excita extraordinariamente el apetito venéreo y aumenta el semen; contienen huesos blancos con algo de rojizo, sólidos, pesados, lustrosos y divididos en dos partes como las almendras, aunque oblongos y un poco más grandes que huevos de paloma. Tienen estos huesos sabor de almendras amargas, y producen, prensados, un aceite semejante al de almendras no sólo en el olor, sino también en el sabor y en las propiedades. Cura este aceite el salpullido y las cicatrices, favorece a los disentéricos con alguna astringencia, y evita que los cabellos se partan. El árbol tiene hojas todo el año y crece en todas las regiones espontáneamente o cultivado, aunque nace mejor y alcanza mayor desarrollo en lugares cálidos y llanos.

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1