CAPITULO XXI

De la ANCUSA tetzcocana

La ANCUSA tetzcocana, sin nombre todavía, que yo sepa, entre los indios, tiene seis palmos de largo y produce uno que otro tallo, hojas largas, vellosas, blanquecinas y ásperas, y flores blancas y medianas con forma de campanillas. Carece de sabor y olor notables, y es de naturaleza fría y glutinosa. Cura las diarreas, contiene el flujo de sangre y mitiga la fiebre. Nace en los campos tetzcocanos, por lo que, y teniendo en cuenta su forma que recuerda las variedades de la ancusa, le hemos puesto ese nombre.

TOMO II. HISTORIA NATURAL DE LA NUEVA ESPAÑA 1