C. FIJASE LA PERSONALIDAD DE LA COLONIA


Después de haber andado como extraviada, o por lo menos indecisa y fluctuante, durante algunos lustros, la Nueva España entra en vereda precisamente en los primeros años de la gobernación felipense. Entonces, y sólo entonces, se delinean los rasgos principales de su personalidad, algunos de los cuales aparecerán ya muy marcados a fines de siglo.

La captación de estos rasgos, todavía por hacer en conjunto, compromete mucho, pero no por ello dejaremos de acometerla. Pues si no optamos por darle a los lectores un esquema fisonómico de la época, no nos quedaría otra alternativa que atiborrarlos de datos; y de hacerles tan flaco servicio queremos escapar, sea cual fuere la suerte que corramos.

TOMO I. VIDA Y OBRA DE OBRA DE FRANCISCO HERNÁNDEZ